Durante sus vacaciones en Bretaña, un grupo de amigos y sus hijos se ven sorprendidos por la marea alta durante su tradicional picnic en la isla Callot, quedando atrapados. Obligados a pasar la noche en la isla, la tensión crece entre ellos, marcando especialmente a Paul, quien reflexiona sobre su individualidad y mortalidad. El marinero que finalmente viene en su rescate se convierte en testigo de la profunda transformación de Paul.